¿Qué síntomas presentan los niños que tienen alergia a los hongos?

Los hongos son unos organismos microscópicos que se encuentran en el medio ambiente y son unas de las causas principales de alergias respiratorias en los niños. Estos organismos suelen proliferar en zonas de humedad, bajo condiciones de temperatura cálida y en áreas poco luminosas.

Debido a estas condiciones, con anterioridad, estas alergias eran conocidas como alergia a la humedad, pero los hongos son los únicos causantes de estos problemas de salud. “Estos organismos microscópicos se desarrollan en función de la localización geográfica y suelen predominar todo el año. No obstante, también, aparecen en función de la climatología y de las condiciones de viento que puede haber”, señala el doctor José Sanz Ortega, colaborador del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratorio y Asma de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP).

Por otro lado, es importante destacar que la alergia a los hongos no tiene nada que ver con las reacciones que se producen en la piel por otro tipo de organismos fúngicos, por lo que no deben confundirse.

 

Síntomas característicos de la alergia a los hongos

La alergia a los hongos, como la mayoría de alérgenos ambientales, produce diferentes síntomas en los niños que varían en función de la zona del cuerpo a la que afecten. Por ejemplo, si las esporas del hongo llegan a la mucosa conjuntiva del globo ocular, esta alergia se manifiesta en forma de conjuntivitis y presenta enrojecimiento o inflamación de la parte blanca del ojo o del interior del párpado. Así como incremento del lagrimeo, secreción ocular, picor e irritación en los ojos, mayor producción de legañas y sensación de arenisca en el globo ocular.

Además, si se inhala por vía nasal, esta alergia puede producir rinitis cuyos síntomas más frecuentes son goteo y congestión nasal, lagrimeo, estornudos y tos frecuente. También, puede provocar picor en los ojos, paladar, garganta y nariz, así como hinchazón en la zona de los ojos.

Si las esporas de los hongos llegan a nivel bronquial pueden producir bronquitis de repetición o asma que se manifiesta cuando el menor tiene dificultades para respirar, tos frecuente, mocos, y silbidos o pitidos al inhalar o expirar aire.

 

Condiciones de proliferación de hongos

Hay que tener en cuenta que los hongos se desarrollan en función de la localización geográfica, por lo que en muchas ocasiones se denominan alérgenos perennes ya que suelen predominar todo el año en las áreas en las proliferan. “Los hongos predominan a finales de verano y en otoño, que es cuando los picos de incidencia de estos microrganismos son mayores”, subraya el pediatra alergólogo.

Del mismo modo, las alergias a los hongos afectan en mayor medida y son más frecuentes en los niños de zonas geográficas en las que el clima es cálido y húmedo. Donde las condiciones climatológicas son secas y de muy baja humedad, la incidencia y sensibilización a estos microorganismos es muy escasa. “Si nos vamos a zonas más costeras o climas cálidos, la alergia a los hongos aumenta”, detalla el doctor Sanz Ortega.

En la gran mayoría de casos, estos hongos provienen de ambientes exteriores, en zonas en las que hay humedad, como áreas boscosas con tierra húmeda o en entornos en los que se arrojan residuos como basureros. Todos ellos, lugares en lo que hay materia orgánica de la que se nutren estos organismos microscópicos.

En menor medida, los hongos también se pueden encontrar en el interior de las viviendas, especialmente, en aquellas estancias que son húmedas como cuartos de baño, sótanos o bodegas. Unas manchas que suelen ser hongos microscópicos. Además, también pueden encontrarse en algunas de las plantas de interior.

 

Recomendaciones para la alergia a los hongos

Aunque la mayoría de los hongos proceden de ambientes exteriores, se pueden llevar a cabo una serie de recomendaciones para reducir el riesgo de que los menores se vean afectados por la alergia a los hongos.

Estas medidas van enfocadas a acciones que se pueden tomar en el interior de las viviendas como evitar las estancias más húmedas y solucionar los problemas de humedades de las habitaciones, conseguir que los cuartos de baño estén secos o se sequen con rapidez, recurrir a pinturas anti-fúngicas y evitar las plantas de interior. Además, se recomienda no pasar tiempo en bodegas y sótanos en los que hay gran humedad y poca temperatura, unas condiciones idóneas para el crecimiento de hongos.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es la presencia de purificadores y deshumidificadores en las viviendas cuya utilización es bastante controvertida, ya que la mayoría de las esporas proceden de fuera de la vivienda. “Las esporas de los hongos son los desencadenantes de la alergia y proceden del exterior, por lo que pocas medidas ambientales se pueden implantar”, concluye el doctor.

De todos modos, ante cualquier sospecha o síntoma de alergia a los hongos, lo más adecuado es acudir a un pediatra alergólogo ya que las reacciones del menor pueden complicarse si no reciben el tratamiento adecuado. Este profesional sanitario es el indicado para diagnosticar el problema de salud y pautar una terapia personalizada a cada niño o niña, en función de sus particularidades.

 

La alergia a los hongos se puede manifestar en forma de conjuntivitis.

Fuente: SEICAP

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