Plásticos, bisfenol A y alimentos, una combinación no recomendable

A medida que avanzan los estudios y normativas que restringen la presencia de este componente en los envases plásticos, encontramos prudente tomar algunos hábitos preventivos, especialmente en niños y embarazadas.

Estamos rodeados de plásticos, este material está presente en la gran mayoría de los objetos, incluso en muchos productos de uso diario como envases, platos y otros recipientes que sirven para guardar alimentos. Sin embargo, no todos ellos están elaborados con los mismos componentes, por eso queremos advertir a la comunidad sobre uno en especial: el bisfenol A.

“El bisfenol A (también conocido por su sigla BPA) es un compuesto orgánico que se utiliza como aditivo en la elaboración de muchos productos industriales, entre ellos los plásticos. Esta sustancia, una vez que ingresa al organismo, tiene la capacidad de actuar como una hormona, pudiendo producir diferentes efectos contraproducentes para la salud”, explican desde el Área de Epidemiología, que viene investigando el tema desde el 2009. Ante esta noticia, que puede generar inquietud, ¿cómo poner en perspectiva los hallazgos y tomar actitudes preventivas?

Del recipiente al alimento, un riesgo potencial. El problema principal de esta sustancia es su capacidad de ingresar al organismo a través de los alimentos que están contenidos en recipientes plásticos. Al guardar comida en ellos, el BPA “pasa”, ingresando al organismo. Esta situación se acentúa cuando se calienta el alimento en estos recipientes o se los expone a altas temperaturas.

Antecedentes y normativas actuales. En muchos países este componente ya fue restringido para uso en envases de alimentos por ser perjudicial para la salud. En Argentina, en el año 2012, la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) prohibió las mamaderas con bisfenol A.

El foco en bebés, embarazadas y niños. Si bien el BPA es una sustancia que el cuerpo no necesita en ningún momento de la vida, se busca especialmente advertir a los grupos más vulnerables a sus efectos, ya que estas etapas son fundamentales para el crecimiento hormonal.

El desafío de comprobar sus efectos. “Si bien la presencia de BPA estaría asociada a alternaciones hormonales, esto es muy difícil de constatar científicamente ya que, de manifestarse problemas, sucederían muchos años después. Cada persona está expuesta a muchos factores ambientales, lo que dificulta demostrar esa relación causa-efecto”, concluyen.

 

Dos conceptos clave para evitar el bisfenol A

Hay numerosas acciones que pueden reducir el contacto con esta sustancia. Las reunimos en dos conceptos sencillos de recordar y transmitir.

1.- Evitar exponer al calor recipientes plásticos que contengan alimentos. Al calentar comida al microondas, preferir otros materiales como vidrio o loza en lugar tuppers, bandejas descartables, vasos plásticos, etc. Y evitar exponer al calor del sol recipientes plásticos que contengan alimentos o líquidos (botellones de agua o bebidas).

“Sabemos que esto implica un cambio en lo cotidiano, a los chicos se les suele dar de comer y beber en recipientes plásticos para evitar que se rompan”.

2.-Aprender a identificar los diferentes tipos de plásticos. Esto ayudará a elegir, a la hora de comprar, los que sean libres de bisfenol A, especialmente pensando en los chicos. Para ello habrá que aprender el lenguaje con el que se rotulan los envases plásticos, algo que suele estar poco visible, casi siempre en la base (ver cuadro).

 

¿Qué dicen los estudios científicos hasta hoy?

A nivel mundial se realizaron varios estudios midiendo la presencia de BPA en orina y en sangre, encontrándose niveles altos de dicha sustancia. En Argentina, hasta el 2009, no había ningún estudio hecho en humanos, sólo había trabajos básicos realizados en ratas por la Universidad del Litoral. El Hospital Italiano, entonces, avanzó en dos estudios; uno para medir su presencia en orina de embarazadas y otro analizando sangre de cordón umbilical de bebés recién nacidos: “En el primer estudio se evidenció la presencia de bisfenol A en valores similares a los que informan el resto de los estudios. El segundo estudio que evalúa la sangre de cordón todavía está en análisis de resultados”.

 

¿Cómo identificar los productos plásticos más seguros?

El Programa de Investigación en Salud Ambiental. Lo creó el Hospital Italiano debido a la necesidad actual los efectos de estudiar este y otros químicos nuevos a los que estamos expuestos. Está compuesto por toxicólogos, epidemiólogos, pediatras, bioquímicos y otro profesionales. Si tiene dudas o preguntas sobre el tema puede contactarse a ecoclub@hospitalitaliano.org.ar

Autores: Equipo editorial de Aprender Salud. Supervisión: Área de Epidemiología, Programa de Investigación en Salud Ambiental.

Fuente: Hospital Italiano

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