Mosaico de autoinmunidad

Honrado en el 2009 como Doctor Honoris Causa en la Universidad de Debrecen, Hungría, y miembro honorario de la Academia Nacional Eslovena de las Ciencias, el Dr. Yehuda Shoenfeld explica los avances en las investigaciones sobre Autoinmunidad y destaca el rol del laboratorio en este tema.

El mosaico de autoinmunidad describe cómo se manifiestan las enfermedades autoinmunes. Construimos y diseñamos el concepto del mosaico de autoinmunidad para poder explicar el por qué de golpe una persona X manifiesta lupus en un momento y otra persona Y manifiesta Síndrome de Goodpasture en otro momento. Nos sirve también para explicar el hecho de que en una misma familia la madre puede tener una enfermedad autoinmune, como la diabetes mellitus tipo I, un hijo puede tener otra enfermedad autoinmune, como miastenia gravis, y una hija puede tener lupus.

Este mosaico divide los factores que causan enfermedades autoinmunes en cuatro grupos: el grupo 1 es de tipo genético, todas las enfermedades autoinmunes son genéticas, siempre se puede encontrar a alguien en la familia que tenga la misma enfermedad autoinmune u otra similar. Actualmente sabemos que los genes que causan enfermedades autoinmunes son heredados, no son dominantes. Puede haber una madre con una enfermedad autoinmune con hijos que no necesariamente hayan heredado la enfermedad. Para esto existen pruebas genéticas y se pueden identificar los genes. Para tener una enfermedad autoinmune hay que nacer en una familia con tal enfermedad. Pero el hecho de tener genes o una predisposición genética para desarrollar una enfermedad autoinmune, no es determinante.

En una enfermedad autoinmune el sistema inmune de cada uno enferma al propio cuerpo. El sistema inmune tiene algún tipo de defecto, uno de los más comunes es la deficiencia de IgA en la mucosa del tracto gastrointestinal o respiratorio. En estos casos de deficiencia de IgA facilita la entrada de sustancias externas al cuerpo.

Es muy complicado listar la cantidad de defectos que existen. El tercer componente son las hormonas, hormonas sexuales y otras hormonas. Hay enfermedades autoinmunes que prevalecen mayoritariamente en mujeres. Por ejemplo, lupus o esclerodermia prevalecen unas 20 veces más en mujeres que en hombres, debido a que hay una disminución de estrógeno, hormona sexual, que hace que el sistema inmune trabaje más fuertemente en las mujeres. Si tienen una infección, las mujeres se recuperan más rápidamente que los hombres. Pero, ante un ataque autoinmune los efectos son más fuertes en las mujeres que en los hombres.

También hemos visto que las mujeres desarrollan la enfermedad a partir de la primera menstruación o cuando toman pastillas anticonceptivas, por ello el embarazo es muy importante en las enfermedades autoinmunes.

El cuarto componente lo constituyen factores ambientales. Por ejemplo, el sol que puede inducir lupus o infecciones bacterianas, hay químicos como aluminio o el mercurio que pueden producir enfermedad autoinmune. Existen también factores adicionales, como el estrés emocional.

Teniendo en cuenta los cuatro componentes juntos puede comprenderse el por qué en la misma familia la madre puede tener una enfermedad autoinmune y los hijos otra diferente. Esto también puede explicar por qué la enfermedad comienza en épocas diferentes. Depende de la base genética, del sexo, si se está enfrentando una infección, un virus (por ejemplo virus EB Epstein Baar). Luego la enfermedad va a comenzar. Básicamente, las enfermedades autoinmunes son enfermedades multifactoriales, interviene no solamente un factor sino muchos factores juntos y esto muestra la diversidad de las diferentes enfermedades autoinmunes. También explica el por qué una persona tiene una enfermedad autoinmune y puede llegar a desarrollar una segunda enfermedad autoinmune, en comparación con otras personas que no tienen ninguna enfermedad autoinmune.

Anticuerpos como predictores de enfermedad

El sistema inmune está dividido en dos ramas: una rama celular, células B y T, (principalmente las células T pueden tener diferentes ramificaciones) y otra rama de las enfermedades autoinmunes que son los autoanticuerpos, secretados por células B o básicamente por células plasmáticas. Hay más de 180 autoanticuerpos reconocidos. Hay enfermedades en la que se tiene más de un autoanticuerpo, por ejemplo el lupus, en la que se tienen más de 150 autoanticuerpos diferentes.

En la mayoría de los casos los autoanticuerpos son patógenicos: pueden causar enfermedades, en otros casos, algunos de los autoanticuerpos son epifenómenos, se los puede utilizar para el diagnóstico pero no son patógenicos, aparecen pero no causan enfermedad. Hay muchos autoanticuerpos que están asociados a manifestaciones clínicas específicas, como anti ADN doble cadena involucrados con la enfermedad renal, anti Ro y anti La en lupus eritematoso sistémico asociados con el compromiso de la piel, el anti ribosomal P asociado con depresión, psicosis y sistema nervioso central es otro ejemplo.

Se puede explicar por qué pacientes con Lupus Eritematoso Sistémico, LES, pueden tener diversas manifestaciones y que no hay una persona con LES similar a otra, porque cada individuo tiene diferentes autoanticuerpos en la sangre. Sabemos que estos autoanticuerpos pueden estar inducidos por diferentes tipos de bacterias o virus. Los diferentes virus o infecciones que el paciente puede acumular durante su vida, determinan las manifestaciones clínicas que tenga.

Nuevas enfermedades autoinmunes: autismo, psoriasis, síndrome neuroléptico maligno, depresión.

Cuanto más entendamos las enfermedades autoinmunes, más enfermedades que no eran consideradas previamente como tales, ahora se descubre que tienen un origen autoinmune. Recientemente se considera que la úlcera en el estómago o la fibrilación atrial del corazón tienen un origen autoinmune. Con respecto al autismo, hay evidencia que en muchos pacientes con autismo se pueden encontrar diferentes autoanticuerpos, pero esto no es aceptado por todo el mundo.

Nosotros estamos involucrados en estudios que quizás puedan considerar el origen autoinmune. Por ejemplo, la depresión, que se puede inducir en ratones con anticuerpos anti-proteínas ribosomales (anti-RibP) de pacientes con lupus eritematoso sistémico. Luego de que se les haya inyectado en el cerebro o en la sangre, los ratones pueden desarrollar depresión. ¿Cómo se determina la depresión en el ratón? Se lo pone en un balde con agua. En general, los ratones solamente nadan y nadan. Luego de la inyección, si tienen depresión (o el anti ribosoma P), los ratones flotan, no nadan. Esto es una indicación de depresión. Autoanticuerpos como predictores de enfermedad Nuevas enfermedades autoinmunes: autismo, psoriasis, síndrome neuroléptico maligno, depresión.

Hace poco se encontró una nueva enfermedad autoinmune: narcolepsia, enfermedad que afecta el sueño y produce debilitamiento. Se encontró que esta enfermedad está genéticamente determinada. Casi todos los pacientes pueden tener un HLADRD 0206 específico; un marcador genético que se hereda del padre o de la madre. Ante una infección o vacuna con aluminio u otro adyuvante, (sustancias muy activas en las vacunas), se puede desarrollar narcolepsia.

Luego vemos como las enfermedades multifactoriales necesitan de un factor ambiental para desarrollar una enfermedad más allá de la carga genética. Por tanto, cuanto más se sepa acerca de esto, podremos encontrar más y más enfermedades con aspectos autoinmunes. Es muy importante encontrar la etiología porque luego se puede cambiar el camino de la terapia de estos pacientes y usar una terapia mejor que la convencional.

Asociación más frecuente entre agente de infección y una enfermedad autoinmune 

La conexión más frecuente es con el virus Epstein-Barr, que causa mononucleosis infecciosa, también llamada, enfermedad del beso. No es una enfermedad severa, pero en ella se tiene infección de las vías aéreas superiores, con inflamación de las glándulas de la boca o el cuello. Durante las primeras semanas se manifiesta con debilitamiento y luego un 99% de las personas se recuperan de la enfermedad.

Hoy día, sabemos que la infección está relacionada con, al menos, unas 43 enfermedades autoinmunes. Por tanto, se debería considerar en un futuro una vacuna contra EB virus, ya que éste causa muchas enfermedades autoinmunes. Hay otros virus adicionales y bacterias, como el virus de la hepatitis C, asociado con al menos 10 enfermedades autoinmunes. Este virus no sólo causa enfermedades, también determina la manifestación clínica. Los virus y bacterias, como la bacteria Helicobacter pylori entre otras, estimulan el sistema inmune y afectan a órganos y tejidos.

Rol del laboratorio en este mosaico de autoinmunidad

El rol del laboratorio actualmente es detectar los diferentes anticuerpos mediante marcadores de diagnóstico e, incluso, marcadores de presentaciones clínicas. Los laboratorios también pueden ayudar a detectar infecciones sub diagnosticadas.

En la actualidad estas infecciones son un tema principalmente teórico, creemos que en un futuro habrá más mecanismos para la prevención en pacientes de enfermedades autoinmunes.

Fuente: ALAC

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