¿La microbiota esconde el secreto de nuestra salud?

En el año 1982 Barry J. Marshall y J. Robin Warren recibieron el Premio Nobel de Medicina por descubrir que una bacteria llamada Helicobacter pylori era la principal causa de la úlcera péptica y la gastritis. Por aquellas fechas nadie pensaba que era el comienzo de una nueva época en el tratamiento de las úlceras gastroduodenales, aunque en el universo científico costó creerles, ya que parecía casi imposible que una bacteria fuera la causante de producir las alteraciones gástricas que podían incluso degenerar en un cáncer gástrico.

Más adelante también se describió una posible relación entre la enfermedad periodontal y la enfermedad cardiovascular o una asociación entre la infección por el virus del papiloma humano y enfermedades malignas, entre otras el cáncer de cuello de útero, o incluso se ha descrito una vinculación entre el virus de la hepatitis C y el cáncer hepático.

Estas observaciones establecerían una relación causal entre la presencia de un microorganismo en diferentes lugares del cuerpo humano y la presentación de determinadas patologías.

La medicina ha luchado históricamente contra las infecciones, pero ahora empezamos a descubrir la importancia de estos gérmenes en nuestras vidas al conocer la existencia de la microbiota. En nuestro organismo hay casi un kilogramo de gérmenes.

El microbioma humano es el conjunto de genes de los organismos microscópicos (microorganismos) presentes en nuestro organismo. Este conjunto de microorganismos se denomina microbiota, y está integrada principalmente por bacterias, virus y hongos.

Sin embargo, el microbioma es único para cada individuo. Es probable que su composición dependa de factores como la genética del individuo, la dieta, la inmunidad, la obesidad, etc, aunque la comunidad de bacterias en una persona no parece cambiar mucho con el tiempo.

Según la Asociación de Microbiología y Salud del País Vasco n (AMYS) es importante conseguir un mayor conocimiento del microbioma para poder disponer de herramientas nuevas para la prevención y el tratamiento de diferentes enfermedades. Durante muchos años se han estudiado las interacciones que existen entre las bacterias del microbioma y la presencia de salud o de enfermedad en el ser humano.

Hay descripciones de asociaciones entre la microbiota y la existencia de enfermedades como las alergias, el asma infantil, la diabetes tipo 1, la obesidad, la enfermedad inflamatoria intestinal, el autismo, el cáncer y un amplio listado de otras enfermedades, por todo ello los expertos investigan el papel que ejerce la microbiota en su aparición.

A partir de este momento se hace imprescindible la realización de estudios como el MyNewGut (Microbiome Influence on Energy Balance and Brain Development Function into Action to Tackle Diet-Related Diseases and Behaviour), financiado por la Unión Europea que nos lleven a conocer a fondo la microbiota humana o estudios como el Human Microbiome Project (HMP).

Aunque el HMP es un hecho científico relevante, lo cierto es que tiene un fuerte impacto en la sociedad ya que está modificando nuestra percepción de las bacterias. Ahora disponemos del mayor mapa microbiano que podamos imaginar, ahora podemos entender mejor que no todos los gérmenes necesitan ser eliminados, y que es importante cuidar de ellos.

Ello podría conducir a disponer de bases de datos de la composición de la microbiota, así como la susceptibilidad personal a padecer determinadas enfermedades, estableciendo la posibilidad de realizar trasplantes de microbiota en aquellos individuos que posean una composición alterada de la misma. Parece ciencia ficción actualmente hablar de este tipo de tecnologías, pero los investigadores abren cada día nuevas puertas para mejorar la salud de los pacientes.

La proliferación de estudios para atribuir las causas de las enfermedades a la microbiota aumentaran mucho, pero el tiempo podrá establecer con claridad su influencia en la salud humana, así como las precauciones que debemos tomar para cuidar de nuestra propia microbiota. En ello tendrá un papel importante el consumo adecuado de antibióticos y una buena alimentación.

 

Bibliografía

www.sebbm.es (acceso el 25 de julio de 2019).

www.microbiologiaysalud.org(acceso el 15 de junio de 2019).

www.institutoroche.es/observatorio/microbioma (acceso el 15 de junio de 2019).

www.csic.es/ (acceso el 15 de junio de 2019).

www.gutmicrobiotaforhealth.com (acceso el 15 de junio de 2019).

 

Fuente: LabTests Online

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