¿Qué es la alergia?

La palabra alergia viene del griego, de las palabras griegas alos y ergos. Alos quiere decir otro, diferente, extraño. Ergos quiere decir reacción. Alergia quiere decir reacción diferente, otra reacción, reacción extraña, porque las personas con alergia tienen reacciones diferentes a los personas sin alergia. Pero también podemos darle otro sentido, el de reacción frente a lo diferente, frente a lo otro, frente a lo extraño, porque la alergia es una reacción frente a sustancias extrañas al organismo, sustancias externas y diferentes a los componentes propios del organismo de cada uno.

 

¿Qué es la alergia?

La alergia es una reacción de defensa del organismo contra sustancias externas que penetran en el cuerpo. Esas sustancias pueden penetrar por el aparato digestivo (alimentos, medicamentos), por el aparato respiratorio (inhalantes), absorbidas por la piel (por contacto), o atravesando la piel (inyecciones, picaduras). El sistema inmune del cuerpo reconoce esas sustancias como extrañas e intenta neutralizarlas.

Las personas sin alergia también las reconocen como extrañas, pero su organismo las neutraliza sin dañarse a sí mismo, mediante mecanismos llamados de tolerancia. Las personas con alergia las intentan neutralizar por mecanismos que se vuelven dañinos contra el propio organismo, y causan los síntomas de alergia.

 

¿Qué es la atopia?

La palabra atopia se usa frecuentemente como equivalente a alergia, pero no son exactamente lo mismo. La alergia se refiere a la reacción frente a una sustancia concreta, mientras que la atopia se refiere a una gran facilidad para desarrollar alergia y para mantenerla, generalmente frente a muchas sustancias, y también con síntomas variados. Hay personas que se hacen alérgicas a alguna cosa, pero no por ello se les debe considerar como atópicas. Las personas atópicas suelen empezar a desarrollar alergia desde muy corta edad, y van desarrollando numerosas alergias unas detrás de otras, y con síntomas en el sistema digestivo, en el respiratorio y en piel; esto se llama Marcha Alérgica o Marcha Atópica.

 

¿Qué es el sistema inmune?

Igual que tenemos un sistema respiratorio, digestivo, cardiocirculatorio, etc. también tenemos un sistema inmune, que es el encargado de defender el cuerpo de los ataques exteriores. Vivimos rodeados de bacterias, virus, hongos, tóxicos, contaminantes, etc. Todas estas sustancias penetran en el organismo, y éste, para defenderse, tiene unos medios de defensa. Los principales componentes son unas células, los leucocitos o glóbulos blancos de la sangre, y las gamma-globulinas, conocidas popularmente como las defensas o las “gammas”. Estos componentes actúan sincronizados, junto con otros componentes diferentes para mantener al organismo sin daños.

En la sangre hay tres tipos de células: las plaquetas encargadas de la coagulación de las heridas, los glóbulos rojos encargados de transportar oxígeno, y los glóbulos blancos o leucocitos. Existen varios tipos de leucocitos, que se encargan de defendernos de las infecciones, de reconocer las sustancias extrañas, y de recordarlas para poder defenderse mejor en ataques posteriores. Son imprescindibles para la vida, pero sus acciones contra las sustancias extrañas pueden perjudicar al mismo tiempo al propio organismo y dar síntomas de alergia.

Las inmunoglobulinas se abrevian con las letras Ig. Son anticuerpos que genera el organismo como defensa contra los microbios y contra toda sustancia extraña que penetra en el cuerpo. Hay varias clases de inmunoglobulinas: IgA, IgG, IgG, IgD y la IgE.

La alergia más frecuente, la más típica, se debe a que el organismo forma IgE frente a una sustancia, frente a un alergeno. Las personas sin alergia no suelen formar IgE frente a los alergenos, sino que se defienden por otros medios, otros mecanismos.

 

¿Qué son los alergenos?

Se llama alergenos a las sustancias capaces de provocar respuestas alérgicas. Son sustancias extrañas al cuerpo humano, y en ocasiones se dice que son inofensivas, pero no lo son, pues muchas tienen acciones químicas dañinas sobre el organismo.

Casi cualquier sustancia puede ser alergénica: alimentos, medicamentos, sustancias que flotan en el aire y se respiran, como el polen, los hongos, las partículas de ácaros o la caspa de los animales, sustancias que se tocan, materiales utilizados en diversas profesiones, etc. Hay algunas que son muy frecuentes, y que se comentan con más detalle en otras zonas de esta página web. Algunas son muy poco frecuentes y puede ser difícil identificarlas.

 

¿Es frecuente la alergia?

Es muy frecuente. Se calcula que una cuarta parte de las personas de los países desarrollados tienen alguna alergia. Los síntomas que causa a veces son muy intensos y evidentes, y otras veces pasan desapercibidos y apenas causan molestias. La alergia ha aumentado muchísimo en los últimos 20-30 años, y no se sabe si seguirá subiendo más aun.

La alergia depende de la genética y el ambiente. La carga genética no puede haber cambiado en sólo 20-30 años, así que las razones deben ser ambientales. Hay diversas teorías sobre la acción de la alimentación, las infecciones, la contaminación, etc. La alergia es más frecuente en los países desarrollados que en los no desarrollados, de modo que se echa la culpa a un “modo de vida occidental”.

 

¿Contra qué cosas se desarrolla alergia?

Las personas desarrollan alergia contra aquellas sustancias con las que tienen contacto. La alergia no está presente al nacimiento, sino que se desarrolla con el paso del tiempo, y frente a las sustancias que están en el ambiente de esa persona. Por ejemplo, las personas desarrollan alergia con frecuencia frente a perro o gato, pero no al tigre; sin embargo, alguna persona que trabaja en el circo ha desarrollado alergia a los tigres.

 

¿A qué edad aparece la alergia?

A cualquier edad. Es más frecuente en niños y adolescentes que a otras edades, pero puede aparecer en cualquier momento de la vida. Hay algunos casos (muy poco frecuentes) en que la alergia se desarrolla durante el embarazo del bebé y a los pocos días aparecen ya los síntomas de alergia; posteriormente puede aparecer a cualquier edad, incluso en personas ancianas. Además aparece frente a cosas que durante años se han tolerado perfectamente, como frutos secos, mariscos, animales, etc.

 

¿La alergia se hereda?

No se hereda la alergia concreta. Se puede heredar la predisposición atópica, la predisposición, la facilidad para desarrollar alergia en general, no frente a sustancias concretas. Como las personas se hacen alérgicas a las cosas que hay en su ambiente, es fácil que padres e hijos se hagan alérgicos a las mismas cosas, pero no porque se hereda esa alergia, sino porque comparten el mismo ambiente.

 

¿Cómo se desencadena la alergia?

Para hacerse alérgico se necesita al menos un primer contacto con el alergeno. Para presentar síntomas de alergia se necesita más de un contacto. Una persona se hace alérgica tras un primer contacto, o tras el segundo contacto, tras el tercero, o al cabo de numerosos contactos durante muchos años.

En un determinado momento empieza el proceso de sensibilización: la persona va formando IgE frente a un alergeno concreto. Inicialmente el nivel de esa IgE es bajo, o la cantidad de alergeno es pequeña, y la persona aparentemente está tolerando bien el alergeno. El nivel de IgE va subiendo, hasta que alcanza un nivel determinado a partir del cual el contacto con el alergeno ya desencadena síntomas.

Para que se den síntomas ha de haber suficiente cantidad de IgE y de alergeno; si la cantidad de alergeno es pequeña, la persona alérgica aparentemente la tolera sin problemas. Esto es lo que pasa con las trazas de alimentos, que aparentemente no causan síntomas, pero se piensa que pueden estar manteniendo la actividad y prolongando la duración de la alergia. Además puede dar una falsa sensación de no tener alergia, y cuando la cantidad de alergeno ya es mayor, entonces se desencadenan los síntomas.

 

¿Qué hacen el alergeno y la IgE?

Hay algunas células del cuerpo que llevan IgE frente a un alergeno concreto. Si ese alergeno o uno muy parecido entra en el cuerpo, se puede unir a la IgE que lo reconoce, las células liberan una serie de componentes químicos, que causan inflamación interna, desencadenan los síntomas, y atraen a más células que prolongan la inflamación y mantienen en actividad la alergia.

 

¿Qué síntomas causa la alergia?

Los síntomas son muy variados, y dependen de en qué parte el cuerpo se liberen los componentes químicos mencionados.

En los pulmones, en los bronquios causa asma, en la nariz causa rinitis, y en los ojos conjuntivitis. En la piel puede causar urticaria, andioedema o inflamación, dermatitis atópica, o dermatitis de contacto. Pueden aparecer síntomas digestivos con dolor, gases, vómitos o diarreas poco a muy intensas. Puede originar una mezcla de síntomas, y es lo que se llama anafilaxia. En la anafilaxia pueden aparecer malestar, mareos, y caída de la tensión o shock.

Los síntomas tienden a repetirse, pero puede haber cambios, en la intensidad (leves, intermedios o intensos de unas veces a otras). También puede haber cambios en el tipo de síntomas; se puede empezar con síntomas de nariz, y con el tiempo aparecen síntomas de asma o de otro tipo.

Los síntomas de alergia no son siempre son constantes. En algunas personas pueden ser constantes, todos los días del año, variando de intensidad. Otras personas tienen síntomas intermitentes, presentan un brote o una crisis o un episodio, luego se recuperan, y más adelante presentan otro episodio. Entre medias pueden recuperarse completamente, o pueden presentar alguna limitación. Las limitación puede ser evidente, apreciable a simple vista, o ser sólo apreciable mediante pruebas funcionales.

 

¿En qué época del año aparece la alergia?

Depende del alergeno. Algunos aparecen en cualquier momento, como un alimento que se toma en una determinada ocasión. Otros están presentes todo el año por igual, como los animales en casa. Otros están todo el año, con subidas y bajadas, como los ácaros, que aumentan en otoño y primavera. Otros aparecen en una sola época del año, como el polen de algunas plantas, que aparece en primavera. El polen no sólo aparece en Primavera; según el tipo de planta y el clima de la zona puede aparecer polen en dos épocas distintas del año (el ciprés en primavera y otoño), en épocas poco habituales (Mercurialis en invierno), en varias estaciones (gramíneas en primavera, verano y otoño), o todo el año (Parietaria).

Los alergenos que aparecen de manera intermitente, o en épocas muy concretas del año son más fáciles de sospechar y de identificar que los que están de manera continua.

 

¿Cómo se estudia una posible alergia?

Se utilizan las pruebas en piel, se realizan análisis de sangre de IgE total o IgE específica, se ponen parches en la piel, se realizan pruebas de función respiratoria, o se hacen pruebas de exposición, de provocación o tolerancia. Según los datos de cada paciente se hacen unas pruebas u otras, y el especialista las interpreta para decidir el diagnóstico y el tratamiento más adecuado.

 

¿En quién se debe hacer un estudio de alergia?

Las personas que tienen síntomas de asma (o bronquitis o broncoespasmo), rinitis, conjuntivitis, dermatitis atópica, urticaria, edema o inflamación, dermatitis de contacto, síntomas digestivos de dolor, vómitos o diarrea más o menos intensa, reacciones con alimentos, medicamentos o con picaduras pueden tener alergia. No todas las personas con esos síntomas tienen alergia, pues puede haber otras causas.

Hay más sospecha si los síntomas son prolongados, o si se van repitiendo con frecuencia aunque entre medias se recupere totalmente. También se sospecha si se nota relación clara entre tocar, respirar o comer alguna sustancia sospechosa y la aparición de los síntomas.

Aunque no haya ninguna sospecha, si los síntomas son intensos, o frecuentes, o duraderos, o se presenta alguna complicación, o si los síntomas limitan las actividades y disminuyen la calidad de vida, también debe hacerse un estudio de alergia.

¿Qué sustancias (alergenos) se estudian habitualmente?

Cuando se realiza un estudio de alergia se comprueba si se está sensibilizado frente a los alergenos más frecuentes, que varían según la enfermedad que se padezca, según la edad, según la zona de residencia.

Además de los alergenos frecuentes, también se estudian otros menos frecuentes, según los lugares y ambientes a los que el paciente acuda con más frecuencia aunque parezca que no causan síntomas, y otros alergenos si el paciente o su familia han observado en algún momento alguna reacción sospechosa.

 

Análisis de sangre

 

¿Qué análisis se hacen para la alergia?

Los análisis de sangre más corrientes para el estudio de alergia son la IgE total y la IgE específica. A esta última se la llama también RAST, CAP, ELISA, y por algún otro nombre.

 

¿Qué indica la IgE total?

Todas las personas tienen alguna cantidad de IgE total. La IgE total se interpreta más bien como la predisposición para desarrollar alergia. No indica alergia concreta a alguna sustancia determinada, sino la facilidad en general para hacerse alérgico a cualquier sustancia. Esta predisposición es de tipo hereditario familiar.

Las personas con IgE total alta tienen más facilidad para desarrollar alergia, pero no obligatoriedad. Algunas personas con facilidad no desarrollarán alergia nunca. Por el contrario, algunas personas que en principio no tienen gran facilidad sí que pueden acabar desarrollando alergia a alguna sustancia concreta.

 

¿Qué indica la IgE específica?

Los análisis de IgE específica también pueden denominarse RAST, CAP o UniCAP, ELISA y algún otro nombre. Estos análisis miden si en la sangre del paciente hay IgE específica contra un alergeno concreto. Las personas sin alergia no tienen cantidades detectable de IgE frente a, por ejemplo, la caspa de gato. Si en la sangre del paciente se encuentra IgE frente a la caspa de gato decimos que ese paciente se encuentra sensibilizado frente a los gatos.

Así, la IgE total valora la predisposición alérgica general, mientras que la IgE específica valora la alergia concreta frente a un alergeno determinado e identificado.

Igual que con las pruebas de piel, la IgE específica en sangre se estudia por alergenos individuales. Un poco de sangre para estudiar un alergeno, más sangre para varios alergenos, mucha sangre para muchos alergenos. El especialista decide cuáles se estudian en concreto por los datos del historial del paciente y por las sospechas que le comuniquen.

 

¿Son más fiables las pruebas en piel o los análisis?

No son más fiables unas que otros. Dan información distinta y se complementan los resultados. El especialista puede hacer sólo pruebas, o sólo análisis, o ambas cosas según los datos del historial de cada paciente individual.

 

¿Tener IgE específica quiere decir tener alergia?

No siempre. Se puede detectar si una persona tiene IgE mediante pruebas o análisis. Si se obtienen resultados positivos se dice que esa persona está sensibilizada. Entre las personas sensibilizadas, algunas tienen síntomas causados por el alergeno sensibilizante, y entonces decimos que son alérgicas. Otras personas no tienen síntomas y decimos que están simplemente sensibilizadas pero no son alérgicas.

 

Fuente: Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica

 

Las determinaciones de Inmunoglobulina E (IgE) e IgE Específica en sangre se encuentran entre las prestaciones brindadas por Laboratorio LES.

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