Alergia al Polen
Los alérgenos a los que el paciente se sensibiliza por inhalación se denominan “aeroalérgenos”, siendo uno de ellos los pólenes. Conocemos como “alergia al polen” a la sintomatología causada por la sensibilización clínica a los alérgenos presentes en los pólenes.
La prevalencia de las enfermedades alérgicas ha aumentado drásticamente en los últimos años, siendo la polinosis el trastorno inmunológico más frecuente en la actualidad y principal motivo de consulta en Alergología.
El riesgo de desarrollar esta enfermedad alérgica viene dado por la conjunción de factores genéticos (disposición atópica heredada) y ambientales (exposición a pólenes alergénicos).
¿Qué es el polen?
Los pólenes son unos granos de pequeñísimo tamaño (entre 20 y 40 micras), producidos por el aparato reproductor masculino de las flores y que llevan en su interior células espermáticas. Su función es transportar estas células hasta el aparato reproductor femenino de otras flores para que se produzca la fecundación, asegurando la supervivencia de las especies vegetales.
El polen se encuentra disperso en el aire, invisible al ojo humano. Una sola planta puede producir miles y miles de granos de polen, cuyo aspecto cuando se ve amontonado es el de un polvillo amarillo.
No todas las plantas polinizan al mismo tiempo aunque la mayoría lo hacen en primavera-verano. Los niveles de polen de cada una aumentarán dependiendo de la época del año y serán imperceptibles el resto de los meses (si es una polinización estacional).
Todas las plantas polinizan pero sin embargo no todas producen polinosis.
¿Qué plantas pueden producir alergia?
Gramíneas. Es la principal causa de polinosis en Europa. En España, se estima que el 34,8% de los pacientes con rinitis están sensibilizados a gramíneas, alcanzando cifras de hasta el 59% en comunidades como Extremadura o del 61,9% en Madrid. En los pacientes con asma, las cifras son del 32,4%. Su periodo de polinización oscila entre los 2 y los 10 meses con un pico de abril a junio. Existe una gran reactividad cruzada entre los alérgenos de las distintas especies.
Oleáceas. El 29,7% de los pacientes con rinitis y el 26,9% de los que padecen asma en España están sensibilizados al olivo. Su periodo de polinización se extiende de abril a junio.
Urticaceae. Encontramos los géneros Urtica y Parietaria, que producen el 6,8% de las sensibilizaciones en pacientes con rinitis y el 4,6% de las de los pacientes con asma bronquial en España. Polinizan durante todo el año, aunque más intensamente de abril a julio.
Chenopodiaceae-amaranthaceae. Se dividen en dos subfamilias: chenopodiáceas y salsoloideas, y las especies más relevantes son Chenopodiumalbum (sensibilización del 9,5% en pacientes con rinoconjuntivitis y del 8,7% en pacientes con asma en España) y Salsola kali (sensibilización del 7,2% de pacientes con rinitis y del 6,5% de pacientes con asma en España). Su período de polinización se extiende de marzo a octubre, aunquese observan dos picos en los meses de junio y septiembre.
Cupressaceae. Existen 19 géneros. En España el 9,2% de pacientes con rinitis y el 7,5% de pacientes con asma están sensibilizados a este género. Su polinización presenta un pico en enero-febrero;
Platanaceae. La sensibilización al plátano de sombra (Platannushispanica) ha aumentado en los últimos años, ha aparecido en el 7,7% de pacientes con rinitis. La mayor concentración de polen se registra en las comunidades de Madrid y Aragón. Su polinización se produce en los meses de marzo a mayo, y es más intensa en abril.
Compuestas. Es una de las familias más numerosas. En España se pueden encontrar unos 100 géneros distintos, siendo el más relevante en nuestro medio el género Artemisia, al cual están sensibilizados en España el 6,8% de los pacientes con clínica de rinitis y el 6,2% de los pacientes con asma. Su periodo de polinización se extiende de septiembre a diciembre.
¿Qué síntomas provoca?
Los síntomas de polinosis pueden aparecer a cualquier edad, aunque su inicio suele ser más frecuente en la infancia y juventud. No todos los pacientes polínicos presentan sintomatología los mismos meses del año.
La severidad de la clínica alérgica depende de los niveles de polen atmosférico y exposición del paciente durante la estación polínica específica, por lo que puede variar de año en año. Además se puede ser alérgico a más de un tipo de polen, de manera que más del 80% de los residentes en el centro y sur de España son alérgicos a más de uno.
En los días de viento los pacientes acusan más sintomatología y por el contrario cuando llueve mejoran, ya que se limpia la atmósfera y los granos de polen se depositan en el suelo por el peso de la lluvia.
Son aeroalérgenos y se transmiten a través del aire, produciendo reacciones de hipersensibilidad inmediata o tipo I mediadas por IgE que afectan fundamentalmente a la mucosa nasal, conjuntival y bronquial.
Casi siempre hay conjuntivitis (ojos rojos con lagrimeo y picor ocular), además generalmente se asocia a rinitis, manifestando la típica sintomatología alérgica de prurito nasal, obstrucción nasal, estornudos e hidrorrea entre otros.
Entre un 40-60% de los pacientes alérgicos al polen desarrollan asma bronquial que puede manifestarse por tos, opresión torácica, sensación de falta de aire ó disnea, silbidos en el pecho o sibilantes, de predominio nocturno, e incluso dificultad respiratoria con el ejercicio físico.
Diagnóstico
En una primera valoración alergológica se elabora una historia clínica detallada que será fundamental para determinar si la aparición de los síntomas está en relación con la presencia atmosférica del polen o los pólenes a los que puede estar sensibilizado el paciente en su lugar de residencia.
Mediante pruebas cutáneas ó prick test se puede obtener una aproximación diagnóstica inicial de forma sencilla, segura y rápida, por lo que constituye un método diagnóstico de alta resolución, tratándose de una técnica con una elevada sensibilidad.
Con objeto de una mayor precisión diagnóstica se llevan a cabo técnicas de última generación como constituye el diagnóstico por componentes que permiten detectar anticuerpos dirigidos frente determinantes antigénicos caracterizados de cada polen en cuestión. En algunos pacientes pueden ser necesarios procedimientos de alta complejidad como pruebas de provocación específica que permiten monitorizar la respuesta del paciente tras una exposición controlada al alérgeno en cuestión.
¿Cuál es el tratamiento?
Una vez que el paciente ha sido adecuadamente estudiado y diagnosticado por un alergólogo, habiéndose determinado su perfil de sensibilización alérgica responsable del cuadro clínico manifestado, se debe instaurar el tratamiento específico más adecuado.
El enfoque terapéutico integral debe incluir el control de la exposición al alérgeno, el tratamiento farmacológico y la inmunoterapia alérgeno-específica. Por ello el tratamiento se estructura en tres niveles fundamentales:
Información y prevención: debe recibir toda la información de las causas y origen de su enfermedad y aplicar todas las medidas preventivas posibles facilitadas por el especialista.
Tratamiento farmacológico: que no difiere del recomendado en otros casos de conjuntivitis, rinoconjuntivitis ó asma producidos por otros alérgenos, como son antihistamínicos, corticoides, broncodilatadores, antileucotrienos… Este tratamiento no cura la enfermedad, tan sólo permite aliviar los síntomas alérgicos, independientemente del agente causal ó etiológico responsable, mientras el paciente lo esté realizando.
Inmunoterapia alérgeno-específica: es el único tratamiento capaz de modificar el curso de la enfermedad alérgica, al evitar la progresión de rinitis en asma así como el desarrollo de nuevas sensibilizaciones, por lo que debe plantearse desde fases precoces siempre que exista indicación. Constituye el único tratamiento etiológico de las enfermedades alérgicas respiratorias mediadas por anticuerpos IgE específicos, permitiendo disminuir el grado de alergia a los pólenes responsables, y de esta manera disminuir o incluso llegar a eliminar la necesidad de medicación sintomática que, de otra manera, el paciente tendría que tomar año tras año durante la mayor parte de su vida. Su eficacia clínica está ampliamente demostrada para extractos alergénicos de calidad, administrados de forma individualizada en casos seleccionados por el especialista en Alergología.
Fuente: Infosalus
Leave a reply
Leave a reply