4 de febrero – Día Mundial contra el cáncer
Cada 4 de febrero se transforma a nivel mundial en un día de concientización sobre el cáncer. El objetivo de esta jornada es reducir el número de muertes evitables cada año, dando a conocer y difundiendo cuáles son las acciones que deben encararse para reducir la mortalidad por esta enfermedad.
Existen medidas que todos podemos adoptar para la prevención y el cuidado frente al cáncer.
Medidas a nuestro alcance:
Estilos de vida saludables
-Al menos un tercio de los cánceres más comunes se pueden prevenir no fumando, reduciendo el consumo de alcohol, llevando una dieta más saludable y haciendo más ejercicio físico.
-La adopción de hábitos saludables en etapas tempranas de la vida reduce el riesgo de cáncer y de otras enfermedades no trasmisibles (ENT) en la edad adulta.
Factores de riesgo que inciden sobre el cáncer
Un gran porcentaje de las enfermedades no transmisibles son prevenibles y comparten los mismos factores de riesgo.
Se estima que los cinco principales riesgos para la salud están relacionados con el comportamiento y la alimentación: índice alto de masa corporal, bajo consumo de frutas y hortalizas, inactividad física, consumo de tabaco e ingesta excesiva de alcohol.
Estos factores causan el 30% de las muertes por cáncer. Aunque la edad es un factor de riesgo relevante, el consumo de tabaco es el más importante: causa el 22% de las muertes mundiales por cáncer en general y el 71% de los fallecimientos por cáncer de pulmón. Los cánceres causados por infecciones víricas, como los virus de las Hepatitis B y C o por el Virus Papiloma Humano (VPH), son responsables de hasta un 20% de las muertes por cáncer en los países de ingresos bajos y medios.
Los principales factores de riesgo tienen un gran impacto sobre la carga de cáncer global:
– El tabaco, a través de sus diversas formas de exposición, constituye la principal causa de muerte relacionada con el cáncer en todo el mundo entre los hombres y cada vez más entre las mujeres. Las formas de exposición incluyen tabaquismo activo, respirar humo de segunda mano (tabaquismo pasivo o involuntario) y tabaco sin humo (como mascar tabaco). El tabaco provoca diversas formas de cáncer: de pulmón, esófago, laringe, oral, vejiga, riñón, estómago, cuello de útero y colorrectal.
– El sobrepeso y la obesidad están asociados causalmente a varios tipos de cáncer, como de esófago, colorrectal, mama en mujeres postmenopáusicas, endometrio y riñón.
– La inactividad física contribuye de forma importante al aumento de las tasas de sobrepeso y obesidad en muchas partes del mundo y de forma individual aumenta el riesgo de algunos cánceres.
– El consumo excesivo de alcohol es un factor de riesgo de muchos tipos de cáncer, incluido el de la cavidad bucal, faringe, laringe, esófago, hígado, colorrectal y mama. El riesgo para varios tipos de cáncer (por ejemplo, de cavidad oral, faringe, laringe y esófago) derivado de un alto consumo de alcohol aumenta sustancialmente si la persona también fuma en gran cantidad.
– La infección con el virus de la Hepatitis B provoca alrededor del 52% de los carcinomas hepatocelulares del mundo. Otro 20% de cánceres hepatocelulares lo provoca la infección del virus de la Hepatitis C.
– El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la infección viral del tracto reproductivo por transmisión sexual más común del mundo e infecta a 660 millones de personas aproximadamente cada año. También se calcula que provoca casi todos los cánceres de cuello de útero, el 90% de los de ano y el 40% de los cánceres de genitales externos. El VPH también provoca cáncer de la cavidad oral y orofaríngeo. Las mujeres pueden evitar el desarrollo de un cáncer de cuello de útero con la realización del Papanicolaou (PAP). Este examen permite detectar células anormales o lesiones en el cuello del útero y reducir casi completamente la incidencia y mortalidad. El PAP es gratuito y se realiza en todos los hospitales y centros de salud. Se recomienda a las mujeres realizarlo a partir de los 25 años de edad.
– Las personas con infección por VIH tienen un riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer considerablemente más alto que las personas del mismo grupo etario sin dicha infección. El VIH debilita el sistema inmunitario y reduce la habilidad del cuerpo para destruir las células cancerosas y para combatir infecciones que pueden resultar en cáncer.
– La exposición al sol excesiva o a fuentes artificiales de radiación ultravioleta, como las camas solares, aumentan el riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer de piel.
La detección temprana es una herramienta indispensable a la hora de prevenir muertes por cáncer, ya que en las fases iniciales de la enfermedad existe un alto potencial de curación (por ejemplo en cáncer de cuello de útero o de mama). Existen intervenciones que permiten la detección temprana y el tratamiento eficaz de un tercio de los casos aproximadamente.
Recomendaciones para la población en general:
– Aumentar el consumo de frutas y verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos. Reducir el consumo de grasas de origen animal (fiambres, embutidos, manteca, leche entera) y de ácidos grasos trans (productos de pastelería, snacks y golosinas).
– Realizar actividad física todos los días, por lo menos 30 minutos.
– Evitar el consumo excesivo de alcohol.
– Evitar el tabaco y promover los ambientes 100% libres de humo.
– Evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16, utilizar protectores solares y ropa que proteja la piel (de color claro y liviana). Estas medidas deben extremarse en los grupos más vulnerables: niños menores de 3 años y personas de piel blanca, cabello y ojos claros.
Recomendaciones para las mujeres
– Niñas de 11 años: para prevenir el cáncer de cuello de útero deben aplicarse la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), que a partir de su incorporación al Calendario Nacional de Vacunación en el año 2011 está disponible en forma gratuita en todos los centros de salud y hospitales públicos de Argentina.
– Mujeres a partir de los 25 años: para prevenir el cáncer de cuello de útero, se recomienda la realización de un PAP cada tres años luego de que dos exámenes anuales anteriores hayan tenido un resultado negativo.
– Mujeres de 50 a 70 años: para detectar tempranamente el cáncer de mama se recomienda la realización de una mamografía cada dos años y un examen de mamas todos los años realizado por un profesional de la salud.
– Mujeres de 50 años en adelante: para prevenir el cáncer colorrectal, se recomienda la realización de una prueba de sangre oculta en materia fecal.
Recomendaciones para los varones:
– Varones de 50 años en adelante: para prevenir el cáncer colorrectal, se recomienda la realización de una prueba de sangre oculta en materia fecal.
– Varones de 65 años y más: para prevenir el cáncer de próstata, se recomienda realizar un examen con un profesional de la salud.
Detección temprana
– El poder garantizar la disponibilidad y el acceso a programas de detección temprana del cáncer puede reducir significativamente la carga de esta enfermedad en todos los países.
– En los casos de cáncer de mama, colorrectal y de cuello de útero, existen datos importantes que respaldan la puesta en marcha de programas de tamizaje (o detección) para la población ajustados a los recursos del país y a la carga de la enfermedad. El Instituto Nacional del Cáncer (INC) del Ministerio de Salud de la Nación cuenta con programas dedicados a estos tres cánceres.
– La inversión en la capacitación profesional continua es fundamental para equipar a los profesionales sanitarios con las herramientas y los conocimientos apropiados, que les permitan reconocer los primeros signos y síntomas de algunos tipos de cáncer.
Fuente: msal.gob.ar
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