La FDA prohíbe los jabones antibacterianos

Los anuncios publicitarios de jabones antibacteriales insisten en que el mundo está lleno de gérmenes y que hay suciedad en cada rincón, sin embargo, podrían hacer más daño que bien a la salud de las personas.

Muchas sustancias antibacterianas serán eliminadas de los jabones que se venden para consumo masivo, según ha ordenado la FDA, una suerte de ANMAT norteamericana. Esta agencia ha prohibido casi veinte productos químicos de uso común en los jabones antibacterianos. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) el viernes 2 de Septiembre dictaminó que, en el plazo de un año, deben dejar de venderse los jabones de baño y de cuerpo antibacteriales, en los comercios del Estados Unidos que contengan una serie de ingredientes comunes en este tipo de productos.

El argumento es que los fabricantes no pudieron demostrar que son seguros y que matan a los gérmenes. “Los consumidores pueden creer que los jabones antibacteriales son más efectivos para evitar la propagación de gérmenes, pero no tenemos evidencia científica de que sean mejores que (lavarse con) un jabón común y agua», dijo Janet Woodcock, Directora del Centro para la Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA. Es decir, los beneficios no están probados y los riesgos no se conocen por completo.

La Agencia FDA  determinó que el triclosán y el triclocarbán, los principales componente de estos jabones, no son capaces de reducir las enfermedades infecciosas, porque no matan los virus y las bacterias que normalmente provienen de fuentes donde el jabón no tiene relevancia, como por ejemplo la comida. Algunas marcas ya han empezado a retirar estos ingredientes de sus productos en Estados Unidos, según la FDA.

La FDA destacó que se trata de productos que están creados para ser usados y enjuagados con agua.

La medida no afecta al gel antiséptico, a las toallitas húmedas u otros productos antibacteriales que se emplean en Centros de Salud.

En 2013, las autoridades estadounidenses pidieron a los fabricantes de los jabones antibacteriales que demostraran con investigaciones, incluyendo estudios clínicos, que esos productos fabricados con los ingredientes en cuestión son más eficaces que los jabones comunes a la hora de prevenir la propagación de enfermedades o de reducir infecciones. Desde el Instituto Estadounidense de la Limpieza, que representa los intereses de los fabricantes, aseguraron que «la FDA tiene ya en sus manos información que demuestra la efectividad y la seguridad de los jabones antibacteriales».

Según la FDA, las empresas no proveyeron esa información o la que entregaron no resultó suficiente como para garantizar la seguridad y eficacia de esos productos. «Los fabricantes continúan con su trabajo para proporcionar más datos científicos para llenar las lagunas en la información identificadas por la FDA», dijeron en un comunicado reproducido por la prensa local.

En la Argentina, por ejemplo, el jabón Protex (Colgate) tiene Triclocarbán. El jabón antibacterial Nivea también tiene este ingrediente. Farmacity no tiene información de su jabón publicada en su web. Siempre deben leerse los ingredientes.

 

El triclosán y las preocupaciones de salud

El triclosán puede encontrarse en muchas partes hoy en día. Se ha añadido a muchos productos de consumo, entre ellos prendas de vestir, utensilios de cocina, muebles y juguetes, para evitar la contaminación bacteriana. Por este motivo, la exposición de las personas al triclosán a largo plazo es mayor de lo que se pensaba, suscitando inquietudes sobre los riesgos potenciales relacionados con el uso de este ingrediente durante el transcurso de toda una vida.

Además, los estudios de laboratorio han planteado la posibilidad de que el triclosán contribuya a que las bacterias se vuelvan resistentes a los antibióticos. Algunos datos muestran que esta resistencia puede tener un efecto significativo en la eficacia de los tratamientos médicos, tales como los antibióticos.

La FDA y la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) han venido colaborando estrechamente en temas científicos y de control relacionados con el triclosán. Esta labor conjunta ayudará a asegurar que haya uniformidad a todos los niveles del gobierno en cuanto al control de esta sustancia química. Ambas dependencias están analizando los efectos del triclosán desde dos perspectivas diferentes.

La EPA controla el uso del triclosán como pesticida, y está en proceso de actualizar su evaluación de los efectos que tiene esta sustancia cuando se utiliza en pesticidas. La FDA se enfoca en los efectos de triclosán cuando lo usan los consumidores de manera regular en jabones para las manos y geles de baño. Al compartir la información, las dos dependencias podrán medir mejor la exposición y los efectos del triclosán, y cómo estos usos divergentes de la sustancia pueden afectar la salud de los seres humanos.

La EPA vuelve a evaluar cada uno de los ingredientes activos de los pesticidas cada 15 años. El Plan de trabajo definitivo de la EPA de evaluación de riesgos para el triclosán está disponible en el expediente núm. EPA-HQ-OPP-2012-0811.

 

¿Qué debemos hacer los consumidores?

Lavarnos las manos con agua y un jabón normal. Ése sigue siendo uno de los pasos más importantes que se puede dar para no enfermarse y prevenir la propagación de los gérmenes.

En el caso de que no haya agua y jabón disponible y se opta por usar un gel antiséptico, recomiendan que sea uno hecho a base de alcohol y que lo contenga en, al menos, 60%.

Este artículo está disponible en la página de Artículos para el Consumidor de la FDA, en la cual se publican las últimas novedades sobre todos los productos regulados por la FDA.

 

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