Vitamina D

¿Qué es lo que se analiza cuándo el médico solicita Vitamina D?

Con el nombre de vitamina D se conoce a un conjunto de compuestos considerados esenciales para el correcto desarrollo y formación de dientes y huesos. Esta prueba mide los niveles de vitamina D en sangre.

En la sangre se puede medir la vitamina D en dos formas, 25-hidroxivitamina D (25-OH-vitamina D) y 1,25-dihidroxivitamina D. La forma mayoritaria en sangre es la 25-hidroxivitamina D, que es el precursor inactivo de la forma hormonal activa 1,25-dihidroxivitamina D. Normalmente, para conocer y monitorizar el estado de la vitamina D en una persona, se mide la 25-OH-vitamina D debido a que presenta una larga semivida y una mayor concentración en sangre.

La vitamina D proviene de dos fuentes distintas. La endógena se produce en la piel, por los efectos de la exposición a la luz solar mientras que la exógena procede de la dieta (alimentos y suplementos). La estructura química de las distintas formas de vitamina D no es idéntica, distinguiéndose la vitamina D2 (ergocalciferol, procede de fuentes vegetales) y la vitamina D3 (colecalciferol, procede de fuentes animales). La vitamina D2 se encuentra en alimentos enriquecidos y en la mayoría de preparaciones y suplementos vitamínicos. La vitamina D3 es la forma que se produce en el organismo, aunque también se utiliza en algunos tipos de suplementos. Las dos formas de vitamina D (D2 y D3) son igual de efectivas una vez se transforman en la forma activa 1,25 dihidroxivitamina D por la acción del hígado y del riñón.

Algunas de las pruebas no distinguen entre las formas D2 y D3, expresándose los resultados como vitamina D total. Sin embargo, existen nuevas metodologías que permiten informar de los niveles de vitamina D2 y de vitamina D3, sumando ambos resultados para obtener los niveles totales.

 

¿Qué significa el resultado?

A pesar de que existen diferencias entre los métodos de medida de la vitamina D, la mayor parte de laboratorios utilizan valores de referencia similares. Como la toxicidad por vitamina D es baja, el interés se centra en el límite inferior y en el nivel a partir del cual se puede afirmar que existe un déficit de vitamina D.

Los especialistas en endocrinología establecen que existe un déficit de vitamina D cuando la concentración de 25-hidroxivitamina D es inferior a 20 ng/mL (50 nmol/L) y una insuficiencia de vitamina D cuando la concentración oscila entre 21 y 29 ng/mL (52.5 y 72.5 nmol/L).

Otros organismos concluyen que niveles de 25-hidroxivitamina D por encima de 20 ng/mL (50 nmol/L) son adecuados y compatibles con una buena salud ósea; valores superiores a 30 ng/mL no parecen traducirse en mejores efectos. Sin embargo, existe controversia acerca de los niveles de 25-hidroxivitamina D que confieren protección frente a otros trastornos asociados al déficit de esta vitamina.

 

25-hidroxivitamina D

Concentraciones bajas de 25-hidroxivitamina D pueden sugerir que la exposición solar o la ingesta de vitamina D no son suficientes para satisfacer las demandas del organismo, o bien que existe un problema con la absorción intestinal. Ocasionalmente, fármacos utilizados para el tratamiento de las convulsiones, particularmente la fenitoína, pueden interferir en la síntesis hepática de 25-hidroxivitamina D.

Parece ser cada vez más evidente que el déficit de vitamina D puede hacer aumentar el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, de enfermedades autoinmunes y de enfermedad cardiovascular.

Concentraciones elevadas de 25-hidroxivitamina D suelen reflejar un aporte excesivo de determinados suplementos vitamínicos o nutricionales.

 

1,25-dihidroxivitamina D

En la enfermedad renal suelen existir concentraciones bajas de 1,25-dihidroxivitamina D, siendo una de las primeras alteraciones que se producen en la insuficiencia renal, ya desde las fases iniciales de la enfermedad.

Se pueden observar concentraciones elevadas de 1,25-dihidroxivitamina D cuando existe un exceso de hormona paratiroidea (PTH) o en algunas enfermedades, como la sarcoidosis o algunos linfomas (en las que se puede producir vitamina D en otros tejidos además de los riñones).

 

Función de la Vitamina D

La principal función de la vitamina D es ayudar a regular los niveles en sangre de calcio, fósforo, y (en menor medida) magnesio. La vitamina D es esencial para asegurar el crecimiento y mantener los huesos en buen estado; sin ella, los huesos se debilitarían, malformarían, y serían incapaces de soldarse de forma natural, dando lugar a una enfermedad conocida como raquitismo, en niños y osteomalacia en adultos. También se ha relacionado a la vitamina D con el desarrollo y diferenciación de otros tejidos y con la regulación del sistema inmunitario, y por este motivo se piensa que la vitamina D juega un papel importante en otros trastornos como enfermedades autoinmunes y cáncer.

 

Fuente: LabTests Online

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